I
Una soga tan suave
como seda,
me invita
a enredarla en mi
cuello,
y librarme de la vida.
II
Un dulce veneno
para tomar
hasta saciar la
sed de mi alma
seca y perderla.
O pasar mis carnes
con filos mortales
que,
no quede ni gota
de aliento.
III
Espero dar el
salto entre valiente y cobarde
y romper esta
cárcel
que aprisiona el
espíritu.
Dejaré que me
lleven las olas,
y ahogar lo mortal
en lo eterno del
lecho marino.
IV
Al fin encontré la
forma,
el impacto del
Revólver borró mi
pensamiento,
hasta quedar en el
anonimato,
al otro lado del
espejo
dos mundos, no siento
el dolor de ser vivo.
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